Aprende cómo gestionar las “rabietas” en los niños pequeños con estrategias prácticas, consejos de educación emocional y recursos disponibles
Aprende cómo gestionar las “rabietas” en los niños pequeños con estrategias prácticas, consejos de educación emocional y recursos disponibles

🧠 Cómo gestionar las rabietas en los niños pequeños: Guía práctica para padres
Las rabietas infantiles son una de las etapas más desafiantes para madres, padres y educadores. Aunque pueden parecer un simple berrinche, en realidad son completamente normales y producto del desarrollo madurativo de cada niño, en concreto de su neurodesarollo emocional.
Por tanto, las mal llamadas “rabietas” son en realidad desbordes emocionales y una forma de comunicación emocional rudimentaria que tiene que madurar a través de la experiencia y la interacción del niño con su entorno.
Tienen lugar, más comúnmente a lo largo de la primera infancia (0-6 años) y son una “etapa puente” en la transición de un bebé a niño pequeño.
Si vives en Madrid y quieres aprender a manejar mejor estas situaciones, aquí te dejamos una guía práctica con consejos eficaces.
¿Por qué se producen las rabietas?
Las rabietas suelen aparecer entre los 2 y 4 años, cuando los niños empiezan a afirmar su autonomía, pero todavía no tienen desarrolladas las herramientas para expresar lo que sienten. Frustración, cansancio, hambre o la necesidad de atención pueden ser los principales detonantes.
Algunos factores comunes son:
- Cambios en la rutina o entorno.
- Negación de algo que desean.
- Dificultad para expresar emociones con palabras.
- Estrés o sobre estimulación.
Estrategias efectivas para gestionar las rabietas
1.
Mantén la calma
El primer paso es no perder el control. Si el adulto reacciona con enfado, el niño sentirá aún más tensión. Respira, baja la voz y transmite serenidad.
2. Valida sus emociones y permite su expresión
Frases como “entiendo que estés enfadado” o “sé que querías seguir jugando” ayudan al niño a sentirse comprendido, reduciendo la intensidad del momento.
3. Establece límites claros y consistentes
A veces, estos desbordes emocionales les llevan a los niños y niñas, a tener comportamientos inadecuados (gritar, patalear, pegar, …etc) y aquí es donde la disciplina positiva (firmeza y amabilidad) puede ayudarte a marcar límites sin gritar ni castigar, para que, de forma respetuosa, ofrezcas una alternativa positiva de marco de actuación al niño.
4. Ofrece alternativas
En lugar de un “no” rotundo, prueba con “ahora no, pero después sí” o “¿prefieres este juguete o este otro?”. Dar opciones permite al niño sentir que tiene cierto control.
5. Refuerza las conductas positivas
Elogiar los buenos comportamientos es más efectivo que castigar los negativos. Los niños aprenden mejor cuando reciben reconocimiento.
Qué evitar durante una rabieta
🚫 No cedas siempre a sus exigencias, o aprenderá que el llanto es una forma de conseguir lo que quiere.
🚫 No le ignores completamente, mantente presente física y emocionalmente en ese momento, el niño te necesita para regularse emocionalmente, acompáñale con calma.
🚫 No le compares con otros niños, cada niño tiene su proceso, hacer eso le puede generar inseguridad o frustración.
Conclusión
Gestionar las “rabietas” o mejor dicho, los desbordes emocionales en los niños pequeños no es una tarea fácil, pero con paciencia, empatía y herramientas adecuadas, es posible transformar esos momentos difíciles en oportunidades de aprendizaje emocional.
En Madrid encontrarás profesionales y recursos que pueden ayudarte a acompañar mejor a tus hijos en esta etapa de desarrollo.







